jueves, 17 de octubre de 2013

David Lynch ya ha pasado por Madrid y su visita no ha dejado indiferente a nadie. Aunque la mayoría de medios se hacen eco de la noticia alabando al director y recalcando los aspectos positivos de su visita, los cuales tiene y son obvios, mi opinión personal es un poco más crítica y, por qué no decirlo, más indignada.


David Lynch, llamado en algún medio "anciano entrañable",
ciertamente fue adorable.
Primero es necesario comentar las circunstancias en las que ha venido Lynch y cómo eso ha influenciado, negativamente, la visita y la ha empobrecido. Lynch ha venido "en exclusiva" para el Rizoma Film Festival. Un acto ante el cual nunca dejaremos de estar agradecidos y que eleva la categoría del festival y de sus organizadores sustancialmente. Sin embargo, debido a esta planificación, casi elitista, la presencia de Lynch se ha convertido en una gran nube de humo que ha servido para hacer dinero más que para traer cultura al país y a sus ciudadanos. Las entradas para todos los eventos se han ofertado a precios hinchadísimos (como era de esperar), y debido a ésto, intuyo, la presencia del director se ha disminuido, dando lugar únicamente a dos conferencias, un visionado, una cena y una fiesta. Para colmo, el tema a tratar en su visita "Meditación, conciencia y creatividad", aunque atractivo, no hace sino mermar las diversas lecciones que el director podría haber ofrecido más allá de la meditación trascendental. Y creo que eso lo sienten muchos de sus fans que han acudido a alguno de estos eventos.


Conferencia de Lynch en la escuela TAI.
Ahondando un poco más en David Lynch y en el contenido de sus conferencias, queda claro que el director no ha venido a España a ilustrarnos sobre su obra y sobre cómo podemos sustituir su puesto en el futuro. Sin embargo, era inevitable que las preguntas le llovieran y que finalmente hablara del tema. Nos costó mucho pero finalmente le arrancamos unas pocas palabras sobre el cine en general y sobre su obra en particular. El problema de ésto es que Lynch lo ha hecho de una forma tan sutil que no ha revelado verdaderamente nada sobre sí mismo o su obra. Lo ha dejado todo al misterio, al enigma. Y es que el arte, dicen algunos, no sirve de nada si se explica. Yo personalmente no soy partidario de esa premisa, ya que considero que da pie a mucho "tomapelo" que anda suelto haciendo montones de dinero a base de mierda (algunos, incluso, literalmente), así que me ha sabido a poco la intervención de Lynch y, aunque positiva, la considero desaprovechada.

¿Y vosotros? ¿Qué opináis sobre el autor? ¿Os gusta el arte por el arte?

¡Saludos!

2 comentarios:

  1. Me parece un poco hardcore que insinues que David Lynch es un "tomapelo"

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  2. Lee bien. Jamás he dado a entender nada por el estilo. He dicho que esa premisa, la de no explicar nada, da pie a mucho "tomapelo", no que Lynch lo sea. No obstante, sí que me parece un poco vendedor de humo, lo cual no tiene nada que ver con tomar el pelo y sí puede ser considerado un arte.

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